Blanca Fernández Ochoa y la noticia que nunca quisimos dar
La esquiadora desapareció el 24 de agosto, aunque su familia denunció la situación el día 31.
Twitter anunció el día 31 de agosto un mensaje que dejó perplejo a los usuarios de esta red social. La esquiadora Blanca Fernández Ochoa estaba desaparecida desde el día 23 y el único objetivo era encontrarla. Cualquier pista valía y pedían a gritos «máxima difusión». Solo dos días después, el dos de septiembre, a las 8.30 de la mañana, nos desplazamos mi cámara y yo hasta Cercedilla para cubrir la noticia.
Era el primer día en el que las autoridades dejaban a voluntarios incorporarse en las batidas de búsqueda y fueron muchos los que quisieron implicarse. Tras pasar tres controles de policía, pude acceder al lugar habilitado para los medios de comunicación, el cual estaba situado frente a la carpa de las autoridades. La tensión se mascaba en el ambiente, pero si había un sentimiento que predominara por encima de todos era la incertidumbre, algo que se reflejaba en cada uno de los rostros. Sin embargo, había esperanza. Sobre todo, por parte de sus familiares, esos que han abrazado con sus palabras o gestos a cada uno de los periodistas que estábamos cubriendo esta amarga noticia. Adrián, portavoz y cuñado de Blanca, fue el primero en llegar al operativo, y el primero en dar las gracias a todos los voluntarios y prensa allí presentes. “Mi finalidad es encontrarla y dar la mayor difusión posible a lo sucedido”, dijo. Sus palabras nunca se me olvidarán. Horas después el frío llegaba al monte, comenzaba a caer la noche, y seguíamos sin ninguna pista sobre la esquiadora
La esquiadora llevaba desaparecida desde el pasado 23 de agosto, pero no fue hasta el día 31 de agosto cuando comenzaron las labores de búsqueda./ Gtres
Al día siguiente, martes 3 de septiembre, y a la misma hora, volvíamos a estar mi cámara y yo, en el mismo punto de partida que el día anterior. Sin noticias favorables, pero con el mismo optimismo que el lunes. Se percibía que la familia no había pasado buena noche, ya que sus rostros eran cada vez más tristes. Pasaban las horas y la policía lo único que nos decía a los medios de comunicación era que estaban rastreando la zona muy exhaustivamente, y que estaban peinando puntos de acceso cada vez más difíciles. La magnitud se hizo visible cuando revelaron que estaba siendo el mayor dispositivo de búsqueda de la historia en la Comunidad de Madrid.
Las horas pasaban y cada vez era menor el halo de esperanza. Se cumplían 11 días sin Blanca y todo iba a contrarreloj. De hecho, Lola, la hermana de Blanca era la primera que con su bastón de montaña se unía a la batida de búsqueda. Pero el miércoles 4 de septiembre no lo hizo. Se la vio montada en un coche de la Guardia Civil con semblante muy serio y en dirección a la montaña. Después de tres días allí, esa imagen nos encogió el corazón a todos los compañeros periodistas que deseábamos dar el feliz desenlace cada vez con más fuerza… pero cada vez con menos esperanzas. El rostro de Lola nos hizo saber que algo no iba bien…
Dolores Fernández Ochoa, hermana de la fallecida deportista, ha sido uno de los miembros de su familia que más presencia mediática ha tenido en los últimos días./ Gtres
A las 12 del mediodía se desencadenó el caos y los movimientos incesantes. Nerviosos, tensos. Vimos cómo un Guardia Civil acompañado de su perro corrió hasta su coche y se dirigió a la carretera a toda velocidad. Entonces, todos los periodistas cogimos nuestras cámaras, sabíamos que había sucedido algo. Tan solo 10 minutos más tarde, fui testigo del fatal desenlace.
Los hijos de la medallista olímpica han estado muy pendientes de todos los avances que iban realizando los servicios de búsqueda, aunque Olivia Fresneda, hija de la fallecida, se trasladó a una concentración de rugby, deporte al que se dedica./ Gtres
Los familiares empezaban a conocer detalles, aunque los periodistas tan solo logramos ver desde nuestra posición gestos de dolor. No hacía falta que nadie nos dijera mucho más. Instantes después empezaron a salir furgones de la Policía Nacional, acompañados de Guardias Forestales con motos de montaña y coches de Guardia Civil. Hora y media después, a las 13:30, el comandante Sierra, el máximo responsable del dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil, comunicó a los medios que había hallado un cuerpo en la zona de la Peñota en el monte de Cercedilla, y que, debido al estado en el que se encuentra, deberían identificar si efectivamente correspondía al de Blanca. Ahí, se desató el revuelo.
Tiempo después se supo que era ella y nadie pudo evitar que la tristeza nos invadiera a todos. Se nos rompió el corazón al llamar a nuestras redacciones para dar la fatal noticia, la que ninguno queríamos. Se queda en memoria la imagen de una familia intensamente cercana, afectuosa y que ahora más que nunca, permanecerá eternamente unida. Descansa en paz, Blanca Fernández Ochoa.
Carlota Vázquez González